This weekend we hear about another one of the resurrection appearances of the Lord to the disciples. In the middle of their suffering, confusion and doubt, Jesus appears to them and gives them the peace they so desperately needed. At first, they did not recognize the resurrected Jesus. Something had been changed about his body such that they thought he was a ghost.
This appearance follows the one to the disciples on the road to Emmaus. Jesus appears and speak to them about the Scriptures and then is only recognized by them through the breaking of the bread. This brings to the disciples much needed peace, tranquility and a renewed sense of calm.
The purpose of the resurrection appearances seems to be to reverse the pain, doubt, and despair caused by the crucifixion and death of Jesus. The Lord appears to them in risen form, breaks open the word and shares the meaning of scripture and, finally, eats with them.
In many ways, these appearances mirror what we do today at Sunday Mass. We gather in the presence of the risen Lord, hear the scriptures proclaimed, uncover their meaning and then, we break the Bread of Life and eat with one another. The Mass, therefore, is our opportunity to experience the peace and tranquility of the first disciples as they witnessed resurrection appearances.
My hope is that the resurrection appearances might give us a renewed appreciation for the celebration of Sunday Eucharist. Like the first disciples, may our hearts burn with love and devotion as we meet our Risen Lord each and every week.
Sincerely,
Rev. Miguel González
en Español:
Este fin de semana escuchamos acerca de otra de las apariciones de la resurrección del Señor a los discípulos. En medio de su sufrimiento, confusión y duda, Jesús se les aparece y les da la paz que tanto necesitaban. Al principio, no reconocieron a Jesus resucitado. Algo había cambiado en su cuerpo, de modo que pensaban que era un fantasma. Esta aparición sigue a la de los discípulos en el camino a Emaus. Jesús aparece y les habla acerca de las Escrituras y luego solo es reconocido por ellos a través de la fraccion del pan. Esto les brinda a los discípulos la paz, la tranquilidad y una renovada sensacion de calma que tanto necesitaban.
El propósito de las apariciones de resurrección parece ser revertir el dolor, la duda y la desesperacion causados por la crucifixión y la muerte de Jesús. El Señor se les aparece en forma resucitada, rompe la palabra y comparte el significado de las Escrituras y, finalmente, come con ellos.
En muchos sentidos, estas apariciones reflejan lo que hacemos hoy en la Misa dominical. Nos reunimos en presencia del Señor resucitado, escuchamos las Escrituras proclamadas, descubrimos su significado y luego, fraccionamos el Pan de la Vida y comemos entre todos. La Misa, por lo tanto, es nuestra oportunidad de experimentar la paz y la tranquilidad de los primeros discípulos al presenciar las apariciones de resurrección.
Mi esperanza es que las apariciones de resurrección puedan darnos un renovado aprecio por la celebración de la Eucaristía dominical. Al igual que los primeros discípulos, que nuestros corazones ardan con amor y devoción cuando nos encontremos con nuestro Señor Resucitado cada semana.
Sinceramente,
Rev. Miguel González