This weekend Jesus continues trying to convince the crowds that he is the Bread that comes down from Heaven and that if they eat his flesh they will have eternal life. He is speaking in literal terms and they seem to want him to be teaching symbolically. Jesus doesn’t give in. He keeps arguing back that they must eat his flesh and drink his blood. The faith of many in the crowd was not strong enough to accept this important teaching.

This controversy between Jesus and the crowds over the meaning of the Eucharist continues even today. We see this in the different theologies of the Eucharist held by different Protestant communities. They do not believe in the Real Presence of Jesus as taught by the Catholic Church. The bread and wine are symbols of Jesus and not literally his body and blood. Because of Jesus’ own words, however, we believe something quite different.

Sadly, many in the crowd left Jesus and some of his disciples returned to their former way of life. They realized he was not speaking in a symbolic manner and thus they could not accept the teaching. Even today, some people struggle with belief in the Real Presence of Jesus in the Eucharist.

Let us pray, therefore, for open hearts and minds to the teaching of Jesus. May our own love, devotion and reverence for the Blessed Sacrament inspire others to seek this important truth of our faith.

Sincerely,
Rev. Miguel González

en Español:

Este fin de semana, Jesús continúa tratando de convencer a la multitud de que él es el pan bajado del cielo y que si comen su carne tendran vida eterna. Él está hablando en términos literales y parece ser que ellos creen que Jesús está enseñando simbólicamente. Jesús no cede. Sigue repitiendo que deben comer su carne y beber su sangre. La fe de muchos en la multitud no fue lo suficientemente fuerte como para aceptar esta importante enseñanza.

Esta controversia entre Jesús y las multitudes sobre el significado de la Eucaristía continúa incluso hoy. Vemos esto en las diferentes teologías de la Eucaristía sostenidas por diferentes comunidades protestantes. No creen en la presencia real de Jesus como lo ensena la Iglesia Catolica. El pan y el vino son símbolos de Jesús y no literalmente su cuerpo y sangre. Sin embargo, debido a las propias palabras de Jesús, nosotros creemos algo diferente.

Tristemente, muchos en la multitud dejaron a Jesús y algunos de sus discípulos regresaron a su antigua forma de vida. Se dieron cuenta de que no estaba hablando de manera simbólica y por lo tanto no podían aceptar la enseñanza. Incluso hoy, algunas personas luchan con la creencia de la presencia real de Jesús en la Eucaristía.

Oremos, por lo tanto, por corazones y mentes abiertos a las enseñanzas de Jesús. Que nuestro propio amor, devoción y reverencia por el Santísimo Sacramento inspire a otros a buscar esta importante verdad de nuestra fe.

Sinceramente,
Rev. Miguel González