If we say that we expect to have a father just like our God we are truly wrong. However, if we say that we are truly fortunate to have a dad who strives to live a virtuous life, we are blessed. Our task is to behave according to his guidance and to seek forgiveness when we fail. Psalm 103:17 says “But the Lord’s mercy is from age to age, toward us who fear him.” This weekend, we celebrate Father’s Day and the first thing that comes to mind is “Our Father who is in heaven.” It is in Him that we discover the virtues of a father.
One of the first thing we see in God our Father the immense love he has for us even though we are sinners. John 3:16, “For God so loved the world that he gave his only Son, so that everyone who believes in him might not perish but might have eternal life.” This reminds us how much the Lord really loves us. We see how generous he is and the fact that, when looking upon us, he always does so with tender eyes. His love is shown through forgiveness for all the sins we have committed and through his patience even though he knows how stubborn we are. Despite all this, he continues waiting for us and inviting us back to obedience – welcoming us back into his love.
Nothing can take us away from the love of God even when we decide to leave him by choosing other gods or for not choosing to follow his plan for our lives. Romans:38-39 says, “For I am convinced that neither death, nor life, nor angels, nor principalities, nor present things, nor future things, nor powers, nor height, nor depth, nor any other creature will be able to separate us from the love of God in Christ Jesus our Lord.” This passage brings us peace in the knowledge that we will never be abandoned in suffering, in grief, in pain, in doubt, and in confusion. He will always be there for us.
On this day I want to thank my own dad, for his presence in my life and for the love he has shown me. I thank him for supporting my craziness and for always believing in me. He supported me when I wanted to entered the seminary, he did also when I decided to leave the seminary for a while. He always listens to me and has the time to talk to me and he never hesitates to share his wisdom with me. I thank God for his life and I hope that the Lord may give him health, happiness and peace. Happy Father’s Day to all the fathers!
Sincerely,
Rev. Miguel González
en español:
Si decimos que esperamos tener un padre como nuestro Dios, estamos realmente equivocados. Sin embargo, si decimos que somos realmente afortunados de tener un padre que se esfuerza por vivir una vida virtuosa, somos bendecidos. Nuestra tarea es comportarnos de acuerdo con su guía y buscar el perdón cuando fallamos. El Salmo 103: 17 dice: "Pero la misericordia del Señor es de generación en generación para con nosotros que lo tememos". Este fin de semana celebramos el Día del Padre y lo primero que nos viene a la mente es "Padre nuestro que estás en los cielos". En Él descubrimos las virtudes de un padre.
Una de las primeras cosas que vemos en Dios nuestro Padre es el inmenso amor que tiene por nosotros a pesar de que somos pecadores. Juan 3:16, "Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna". Esto nos recuerda cuánto nos ama realmente el Señor. Vemos lo generoso que es y el hecho de que, cuando nos mira, lo hace siempre con ojos tiernos. Su amor se muestra a través del perdón de todos los pecados que hemos cometido y a través de su paciencia, aunque sabe lo tercos que somos. A pesar de todo, Él sigue esperándonos e invitándonos a volver a la obediencia, dándonos la bienvenida a su amor.
Nada puede alejarnos del amor de Dios, incluso cuando decidamos dejarlo eligiendo otros dioses o por no seguir su plan para nuestras vidas. Romanos: 38-39 dice: “Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni lo presente, ni lo futuro, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra criatura podrá apartarnos del amor de Dios en Cristo Jesús nuestro Señor”. Este pasaje nos trae paz al saber que nunca seremos abandonados en el sufrimiento, el dolor, la duda y la confusión. Él siempre estará ahí para nosotros.
En este día quiero agradecer a mi propio papá, por su presencia en mi vida y por el amor que me ha mostrado. Le agradezco por apoyar mi locura y por creer siempre en mí. Me apoyó cuando quise ingresar al seminario, también lo hizo cuando decidí dejar el seminario por un tiempo. Siempre me escucha y tiene tiempo para hablar conmigo sin dudar nunca en compartir su sabiduría conmigo. Doy gracias a Dios por su vida y espero que el Señor le dé salud, felicidad y paz. ¡Feliz Día del Padre a todos los padres!
Sinceramente,
Rev. Miguel González