The virtue of generosity is very important. In fact, Jesus himself connects it with salvation. If one wants to be rewarded with eternal life, Jesus says “Go sell everything you have, give it to the poor and then come and follow me” Mt. 19:21. He is not saying that we should sleep on the streets. Rather, that we might not be so attached to our possessions as to be unable to share what the Lord has given to us with others.
We are called to be generous with our TIME. Time is very valuable for everyone. God gives us seven days a week. That means we have 168 hours that God has loaned to us. We are asked to prayerfully plan our lives such that we have our priorities straight – making sure to use some of those hours in volun-teering, helping at the parish and serving others. The first portion of the week is to be given back to God through our participation in Sunday Mass. This is time we owe to God for all he has given to us.
We are also called to be generous with our TALENTS. When we recognize the gifts, God has given to us, we are humbled by His goodness. In turn, we are called to give back to him a portion of what he has given to us. Our talents are to be used to give honor and glory to God. We are therefore asked to prayer-fully consider how he might be calling us to give our talents back to Him and let our light shine.
Finally, we are called to be generous with our MONEY. Many times, our atti-tude toward our financial resources is sensitive because we can become very attached to them. It is helpful to realize that our possessions don’t come from us. Ultimately, they are gifts to us from God. We are called to give back to Him the first portion of all he has given to us. Traditional Catholic theology has taught us to give back 10% of our income – 5% to the parish and 5% to all oth-er charities. I would invite you to take out a calculator and to see what per-cent you are currently giving back. If it is below the 10%, perhaps you might prayerfully be considering your tithe by 1% with the goal of eventually getting to 10%.
Let us ask the Lord to help us to be good stewards with our time, talent and treasure, so that generosity because an everyday way of life for us.
Sincerely,
Rev. Miguel González
en Español:
La virtud de la generosidad es muy importante. De hecho, Jesús mismo lo conecta con la salvación. Si uno quiere ser recompensado con la vida eterna, dice Jesús "Ve a vender todo lo que tienes, da selo a los pobres y luego ven y sí gueme". 19:21. El no dice que deberí amos dormir en las calles. Más bien, que no estemos tan apegados a nuestras posesiones como para no poder compartir con otros lo que el Señor nos ha dado.
Estamos llamados a ser generosos con nuestro TIEMPO. El tiempo es muy valioso para todos. Dios nos da siete días a la semana. Eso significa que tenemos 168 horas que Dios nos ha prestado. Se nos pide que planeemos nuestra vida en oración, de modo que tengamos claras nuestras prioridades, asegurándonos de usar algunas de esas horas como voluntario, ayudando en la parroquia y sirviendo a los dema s. La primera parte de la semana se le devolverá a Dios mediante nuestra participación en la Misa dominical. Este es el tiempo que le debemos a Dios por todo lo que nos ha dado.
También estamos llamados a ser generosos con nuestros TALENTOS. Cuando reconocemos los dones que Dios nos ha dado, somos humildes por su bondad. A su vez, estamos llamados a devolverle una parte de lo que nos ha dado. Nuestros talentos deben ser usados para dar honor y gloria a Dios. Por lo tanto, se nos pide que consideremos en oración cómo él nos llama a devolverle nuestros talentos y dejar que nuestra luz brille.
Finalmente, estamos llamados a ser generosos con nuestro DINERO. Muchas veces, nuestra actitud hacia nuestros recursos financieros es delicada porque podemos estar muy apegados a ellos. Es necesario darse cuenta de que nuestras posesiones no provienen de nosotros. En definitiva, son dones de Dios para nosotros. Estamos llamados a devolverle la primera parte de todo lo que nos ha dado. La teologí a católica tradicional nos ha enseñado a devolver el 10% de nuestros ingresos: el 5% a la parroquia y el 5% a todas las demás organizaciones benéficas. Te invitarí a a sacar una calculadora y ver que porcentaje estás devolviendo actualmente. Si esta por debajo del 10%, tal vez podrías considerar en oración tu diezmo en un 1% con el objetivo de eventualmente llegar al 10%.
Pidamos al Señor que nos ayude a ser buenos mayordomos de nuestro tiempo, talento y dinero para que la generosidad sea una forma de vida cotidiana para nosotros.
Sinceramente,
Rev. Miguel González