This weekend is the last weekend of ordinary time and we finish the liturgical year next Sunday with the Solemnity of Christ the King. The Mass readings focus our attention on the passing away of this world and the ushering in of a new era with the coming of Jesus to judge the living and the dead.
As the liturgical year draws to a close, the Church asks us to reflect on our behavior here and now, and the potential consequences we may experience in the next life. What do I rationalize? What do I excuse? What evil is present in my life? These are all very important questions as we think about the judgment which awaits us.
One of the greatest evils which gets rationalized and excused is the taking of unborn human life. Often times, abortion is used so as not to inconvenience the child’s mother and father. It becomes the worst sort of contraception.
Since the legalization of abortion through the Roe vs. Wade decision, millions of lives have been taken by parents who justify this evil act. The Church stands with the unborn and upholds the sanctity and dignity of all human life. St. Teresa of Calcutta once said, “Any country that accepts abortion, is not teaching its people to love, but to use any violence to get what it wants.”
Just because something is legal does not mean it is moral. We are not obliged to follow unjust laws and we are called to strive to get them abolished. Working and praying to uphold the dignity of human life is important and will be taken into consideration when Christ comes again and we have to give an account of our lives.
As we hear the readings regarding the end times, let us love each other as sacred creations in the image and likeness of God. May our actions and attitudes help to prepare us to depart this world and enter into life eternal.
Sincerely,
Rev. Miguel González
en Español:
Este fin de semana es el ultimo fin de semana del tiempo ordinario y terminamos el ano liturgico el proximo domingo con la Solemnidad de Cristo Rey. Las lecturas de la misa centran nuestra atencion en la desaparicion de este mundo y el comienzo de una nueva era con la venida de Jesus para juzgar a los vivos y muertos.
A medida que el ano liturgico llega a su fin, la Iglesia nos pide que reflexionemos sobre nuestro comportamiento aquí y ahora y las posibles consecuencias que podemos experimentar en la proxima vida. ¿Que racionalizo? ¿De que me disculpo? ¿Que mal esta presente en mi vida? Estas son preguntas muy importantes cuando pensamos en el juicio que nos espera.
Uno de los mayores males que se racionaliza y excusa es terminar con la vida humana de los no nacidos. Muchas veces, el aborto se utiliza para que el bebe no sea una incomodidad para la madre y el padre. Se convierte en el peor tipo de anticoncepcion.
Desde la legalizacion del aborto a traves de la decision legal de Roe v. Wade, los padres que han justificado este acto malvado han terminado con millones de vidas. La Iglesia esta con los no nacidos y defiende la santidad y la dignidad de toda vida humana. Santa Teresa de Calcuta dijo una vez: "Cualquier país que acepte el aborto, no está enseñando a su gente a amar, sino a usar la violencia para obtener lo que quiere".
El hecho de que algo sea legal no significa que sea moral. No estamos obligados a seguir leyes injustas y estamos llamados a esforzarnos por abolirlas. Trabajar y orar para defender la dignidad de la vida humana es importante y se tendra en cuenta cuando Cristo venga de nuevo y tengamos que dar cuenta de nuestras vidas.
Mientras escuchamos las lecturas sobre los ultimos tiempos, amemonos unos a otros como creaciones sagradas a imagen y semejanza de Dios. Que nuestras acciones y actitudes nos ayuden a prepararnos para salir de este mundo y entrar en la vida eterna.
Sinceramente,
Rev. Miguel González