From your Pastor…
On May 26th, 2006 I was ordained as a priest to serve all of you, the people of God. This year, I am celebrating my 18th anniversary as a priest. I feel privileged to have been chosen by God to serve and love him by dedicating myself to preaching the gospel and bringing people to his know about His Plan of Salvation for everyone. Throughout these years I have been touched by many of you in many ways which have helped me grow in my commitment. In my journey, I have been faced with challenges but the grace of God has always given me the strength I needed.
I would like to express my gratitude to God and all of you for the many blessings the Lord has bestowed upon me. This is also a time for renewing my commitment to service. My ordination anniversary is a moment to reflect and recommit with joy, faithfulness, and love.
One of the gifts that I love about this vocation is that the Lord is using me as a channel for grace, for his healing, for spiritual guidance, and for support. I really love the famous phrase of Saint Augustine which says. “You have made us for yourself, O Lord and our heart is restless until it rests in you.”
As with any vocation, we have sorrows and struggles. Our strength comes from knowing the way of Jesus. Jesus said, “I am the way, the truth, and the life” (Jn 14:6). As I reflect on my own vocation, representing the way, truth and life of Jesus gives me great joy. I have experienced that joy through participation in your lives of faith: when you get your children baptized, when they receive first communion, when you get married, and when I see so many of you committed to participation at Mass as well as education and formation.
It is a privilege to serve you and a great responsibility to let God use me to lead you to eternal life. It is an honor to help you to persevere in your faith and live the values of the gospel.
As I celebrate my 18th anniversary, I simply want to offer you my gratitude from the bottom of my heart for allowing me to be your shepherd and for supporting me in my vocation as a priest. Thank you!
Sincerely,
Rev. Miguel González
De parte de su Pastor…
El 26 de mayo del 2006 fui ordenado sacerdote para servir a todos ustedes, el pueblo de Dios. Este año celebro mi 18º aniversario como sacerdote. Me siento privilegiado de haber sido elegido por Dios para servirle y amarlo dedicándome a predicar el evangelio y llevarle a conocer a su pueblo, su Plan de Salvación para todos. A lo largo de estos años muchos de ustedes me han tocado de muchas maneras que me han ayudado a crecer en mi compromiso. En mi camino me he enfrentado a desafíos, pero la gracia de Dios siempre me ha dado la fuerza que he necesitado.
Me gustaría expresar mi gratitud a Dios y a todos ustedes por las muchas bendiciones que he recibido. Este es también un momento para renovar mi compromiso con todos ustedes. El aniversario de mi ordenación es un momento para reflexionar y renovar el compromiso con alegría, fidelidad y amor.
Uno de los regalos que me encanta de esta vocación es que el Señor me está usando como canal de gracia, de sanación, de guía espiritual y de apoyo. Me encanta la famosa frase de San Agustín que dice. “Nos has hecho para ti, oh Señor, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti”.
Como ocurre con cualquier vocación, tenemos tristezas y luchas. Nuestra fuerza proviene de conocer el camino de Jesús. Jesús dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Jn 14,6). Al reflexionar sobre mi propia vocación, representar el camino, la verdad y la vida de Jesús me da gran alegría. He experimentado esa alegría a través de la participación en sus vidas de fe: cuando bautizan a sus hijos, cuando reciben la primera comunión, cuando se casan y cuando veo a tantos de ustedes comprometidos con la participación en la Misa, así como con la educación y la formación.
Es un privilegio servirles y una gran responsabilidad dejar que Dios me use para guiarles a la vida eterna. Es un honor ayudarles a perseverar en su fe y vivir los valores del evangelio.
Al celebrar mi 18º aniversario, simplemente quiero ofrecerles mi gratitud desde el fondo de mi corazón por permitirme ser su pastor y por apoyarme en mi vocación sacerdotal. ¡Gracias!
Sinceramente,
Rev. Miguel González