From your Pastor,

This coming Thursday is already “Thanksgiving Day”. It is a day to remind ourselves that we are called to be thankful. We are called to show our gratitude to God in the first place for all the blessings he has bestowed on us including each member of our family, for each friend we have, for each person who has guided us throughout our lives.  Moreover, we express gratitude for those who have loved us unconditionally in imitation of the unconditional love of our God.   

The Eucharist is a sacrament where we remember the greatest love shown in this world. For this, today, we give thanks. We remember that Almighty God humbled himself to become human, like us, to show us the way to heaven and to teach us how to love. He sacrificed himself so that we may have life in abundance. He left us the Eucharist as a reminder of his love and as a way to feed and strengthen us on our journey.  To go to Mass is to be fed and to find spiritual strength which leads us to true happiness.   

In the Gospel of Luke (17:11-19) we are reminded how Jesus cured 10 lepers. In their desperation, they begged him to cure them. Jesus at once asked them to show themselves to the priests for them to be declared clean. On the way to see the priests, they were cured. Only one of them, at seeing that he was cured and knowing where the healing power was coming from, came back to Jesus and thanked him. Jesus was disappointed that only one had returned. To this one, he said, “Your faith has saved you.” With happiness we say that 10 of them were healed and with sadness we say that only one of the 10 expressed thanks.   

This is why to pray at home and everywhere is important but when we come to thank God at his Church every Sunday, it leads to salvation in a special way. Let us come to Mass, express our gratitude, and receive the blessing of salvation.

Sincerely,

Fr. Miguel González

De parte de su Pastor,

Este próximo jueves es el “Día de Acción de Gracias”. Este día nos recuerda que estamos llamados a ser agradecidos. Estamos llamados a mostrar nuestro agradecimiento a Dios en primer lugar por todas las bendiciones que nos ha otorgado incluyendo a cada miembro de nuestra familia, por cada amigo que tenemos, por cada persona que nos ha guiado a lo largo de nuestra vida. Además, expresamos gratitud por aquellos que nos han amado incondicionalmente a imitación del amor incondicional de nuestro Dios.

La Eucaristía es un sacramento donde recordamos el amor más grande mostrado en este mundo. Y por eso hoy damos gracias. Recordamos que Dios Todopoderoso se humilló a sí mismo para hacerse humano, como nosotros, para mostrarnos el camino al cielo y enseñarnos a amar. Se sacrificó a sí mismo para que tengamos vida en abundancia. Nos dejó la Eucaristía como recuerdo de su amor y como forma de alimentarnos y fortalecernos en nuestro camino. Ir a Misa es alimentarse y encontrar la fuerza espiritual que nos lleva a la verdadera felicidad.

En el Evangelio de Lucas (17:11-19) se nos recuerda cómo Jesús curó a 10 leprosos. En su desesperación, le suplicaron que los curara. Jesús inmediatamente les pidió que se mostraran a los sacerdotes para que fueran declarados limpios. En el camino hacia los sacerdotes, fueron curados. Sólo uno de ellos, al ver que estaba curado y saber de dónde procedía el poder curativo, volvió a Jesús y le dio las gracias. Jesús estaba desilusionado porque solo uno había regresado. A éste le dijo: “Tu fe te ha salvado”. Con alegría decimos que 10 de ellos se curaron y con tristeza decimos que solo uno de los 10 agradeció.

Por eso es importante orar en casa y en todas partes, pero cuando venimos a agradecer a Dios en su Iglesia todos los domingo nos lleva especialmente a la salvación de una manera especial. Vengamos a Misa, expresemos nuestra gratitud y recibamos la bendición de la salvación.

Sinceramente,

Rev. Miguel González