From your Pastor…
There are some Catholics who ask: “Why do we have to attend Mass every Sunday?” They argue that they don’t always feel like attending nor do they like being forced to go. There are just a few of the many questions, excuses and arguments that Catholics may use when not going to Mass every Sunday. On the other hand, there are indeed Catholics who are very faithful to Mass without questioning the Church or God for such a requirement.
During Mass we celebrate the Sacrifice of Jesus on the Cross. We celebrate the Mass by re-presenting the sacrifice of Jesus. Jesus commanded us to celebrate this sacrifice in memory of him. On the night before he died, he gathered with his apostles and “he took bread, and when he had given thanks, he broke it and gave it to them, saying, ‘This is my body which is given for you. Do this in remembrance of me’” (Luke 22:19). He said “this is my body” without talking about it in any figurative sense. The word used in Greek is “estin” meaning “is”. And as in English, it has the same meaning “is”. When we use the verb “is” in English we know the person using the verb is using it in a literal sense.
In In Mass the sacrifice of the cross is brought to us once again. It is the same sacrifice being extended to the very moment we are celebrating. It is not just a generic remembering, but the actual sacrifice of Calvary for the forgiveness of our sins, “once for all.”
Anyone who eats the body of Christ undeservingly acquires a judgment upon them. Paul even dares to say, “That is why many of you are weak and ill, and some have died.”
The celebration of the Eucharist is our way to be ready and prepared for the Second Coming of Jesus at the end of time. Paul tells the Corinthians, “For as often as you eat this bread and drink the cup, you proclaim the Lord’s death until he comes” (1 Cor. 11:26). We celebrate this living sacrifice that gives us food for the journey and makes us holy when taken worthily. The obligation to come to Mass comes from our love for Jesus but also from the 1st and the 3rd commandments: Love God over everything and Sanctify the Day of the Lord. We, therefore, refrain from unnecessary activities and dedicate that day to pray, to listen and to contemplate the Lord in the Eucharist.
Sincerely,
Rev. Miguel González
De Parte de su Pastor…
Hay algunos católicos que se preguntan: “¿Por qué tenemos que asistir a Misa todos los domingos?” Argumentan que no siempre tienen ganas de asistir ni les gusta que los obliguen a ir. Estas son solo algunas de las muchas preguntas, excusas y argumentos que los católicos pueden usar cuando no van a Misa todos los domingos. Por otro lado, también hay católicos que son muy fieles a la Misa sin cuestionar a la Iglesia ni a Dios por tal requisito.
Durante la Misa celebramos el Sacrificio de Jesús en la Cruz. Celebramos la Misa conmemorando el sacrificio de Jesús. Jesús nos mandó a celebrar este sacrificio en memoria suya. La noche antes de morir, se reunió con sus apóstoles y “Después tomó pan y, dando gracias, lo partió y se lo dio diciendo: 'Este es mi cuerpo, que es entregado por ustedes. Hagan esto en memoria mía. (Lucas 22:19). Dijo “este es mi cuerpo” sin hablar de ello en ningún sentido figurado. La palabra usada en griego es “estin” que significa “es”. Y como en español, tiene el mismo significado “es”. Cuando usamos el verbo es” en español sabemos que la persona que usa el verbo lo está usando en un sentido literal.
En la Misa se nos trae de nuevo el sacrificio de la cruz. Es el mismo sacrificio que se extiende hasta el mismo momento que estamos celebrando. No es solo un recuerdo genérico, sino el sacrificio real del Calvario para el perdón
El que come el cuerpo de Cristo sin merecerlo será juzgado sobre ello. Pablo incluso se atreve a decir: “Por eso muchos de ustedes son débiles y enfermos, y algunos ya han muerto”.
La celebración de la Eucaristía es nuestra manera de estar listos y preparados para la Segunda Venida de Jesús al final de los tiempos. Pablo les dice a los Corintios: “Cada vez que comen de este pan y beben de esta copa están proclamando la muerte del Señor hasta que venga. (1 Corintios 11:26). Celebramos este sacrificio vivo que nos da alimento para el camino y nos santifica cuando se toma dignamente. La obligación de venir a Misa viene de nuestro amor a Jesús, pero también del 1° y 3° mandamiento: Amar a Dios sobre todas las cosas y Santificar el Día del Señor. Nosotros, por tanto, nos abstenemos de actividades innecesarias y dedicamos ese día a la oración, la escucha y a la contemplación del Señor en la Eucaristía.
Sinceramente,
Rev. Miguel González