Last Thursday morning began with my typical preparations which included going to the gym, saying my prayers, taking a shower, eating some fruit, and leaving my house at 8:00 a.m. for the 8:30 a.m. Mass in Leavenworth. My typical morning was shattered, however, when I arrived at the Highway 2 intersection in Dryden. After waiting at the red light for a few moments, the light turned green and I proceeded ahead. All of the sudden, I felt a huge impact and loud noise as another car plowed into the passenger’s side of my car. The crash left my car totaled.
I was obviously shaken by the accident and was reminded how quickly eve- rything can change. At any instant, we must be ready and prepared for what the Lord has in store for us. Advent and Lent are seasons of preparation but we are also called to be prepared even during a season like Ordinary Time. Do we strive to be prepared all year long? Are we in the state of grace? Do we forget about the need to be ready to meet the Lord at any time? Do we need to go to confession? Are we reconciled with the people in our lives? No one knows the time or the hour when our life on this earth will come to an end. Our task is to be ready throughout the year.
The Church gives us seasons like Advent and Lent to call us to be reconciled with God and one another. The car which suddenly crashed into me was a powerful reminder to me that we must strive to be prepared at all times throughout the year.
Let us ask the Lord that as we continue living through this Ordinary Time, we might be able to be in good standing before God and each other.
Sincerely,
Rev. Miguel González
en Español:
La manana del jueves pasado comenzo como un día típico, que incluyo ir al gimnasio, rezar mis oraciones, banarme, comer algo de fruta y salir de mi casa a las 8:00 a.m. para la misa de las 8:30 a.m. en Leavenworth. Sin embargo, mi típica manana se rompio cuando llegue a la interseccion de la autopista 2 en Dryden. Despues de esperar en la luz roja por unos momentos, la luz se puso verde y seguí adelante. De repente, sentí un gran impacto y un fuerte ruido cuando otro automovil choco contra el lado del pasajero de mi automovil. El carro quedo destrozado.
Obviamente me conmovio el accidente y me recordo lo rapido que puede cambiar todo. En cualquier momento, debemos estar listos y preparados para lo que el Senor tiene reservado para nosotros. Adviento y Cuaresma son temporadas de preparacion, pero tambien estamos llamados a estar preparados incluso durante una temporada como el Tiempo Ordinario. ¿Nos esforzamos por estar preparados todo el ano? ¿Estamos en estado de gracia? ¿Nos olvidamos de la necesidad de estar listos para encontrarnos con el Senor en cualquier momento? ¿Necesitamos confesarnos? ¿Estamos reconciliados con los demas? Nadie sabe el día ni la hora en que nuestra vida en esta tierra llegara a su fin. Nuestra tarea es estar listos todo el ano. La Iglesia nos da temporadas como Adviento y Cuaresma para llamarnos a reconciliarnos con Dios y con los demas. El automovil que de repente se estrello contra mí fue un poderoso recordatorio de que debemos esforzar- nos por estar preparados durante todo el ano.
Pidamosle al Senor que a medida que sigamos viviendo este Tiempo Ordinario, podamos estar en buenos terminos ante Dios y entre nosotros.
Sinceramente,
Rev. Miguel González