Human beings were originally created in paradise by the Lord to praise him, to adore him and to love him. In fact, the Lord specifically created us for love. We know, however, that the Garden of Eden was polluted by sin. We changed the order of the world and made it convenient for what we think is best. This self-centered approach results in a disordered and chaotic world where we don’t find peace of mind and heart. The Lord entered into this human condition to reorder the world and offer a new path that leads to peace of soul and eternal happiness.
Along this journey, the Lord gives us models of faith. These men and women have rejected the disobedience of Adam and Eve and have instead embraced holiness, sacrifice, and service. We call these people “Saints.”
St. Paul says, “For if we live, we live to the Lord, and if we die, we die to the Lord. So then, whether we live or whether we die, we are the Lord's” (Rom 14:8). The saints are the ones have striven to live and die for the Lord. They formed themselves to accept the cross and to be appropriately detached from this world. Again, St Paul points out the result of living such a life when he says, “I consider that the suffering of this present time is as nothing compared with the glory to be revealed for us.” Let us pray that in the likeness of the saints, and many people who live holy lives, we too might configure our lives to the
Sincerely,
Rev. Miguel
en Español:
Los seres humanos fueron creados original- mente en el paraíso por el Senor para alabarlo, adorarlo y amarlo. De hecho, el Señor nos creo específicamente para el amor. Sabemos, sin embargo, que el Jardín del Eden estaba contaminado por el pecado. Cambiamos el orden del mundo y lo hicimos conveniente para lo que creemos que es lo mejor. Este enfoque egocentrico da como resultado un mundo desordenado y caotico donde no encontramos paz de mente y corazon. El Senor entro en esta condicion humana para reordenar el mundo y ofrecer un nuevo camino que conduce a la paz del alma y la felicidad eterna.
A lo largo de este viaje, el Senor nos da modelos de fe. Estos hombres y mujeres han rechazado la desobediencia de Adan y Eva y, en cambio, han aceptado la santidad, el sacrificio y el servicio. Llamamos a estas personas "Santos".
San Pablo dice: “Porque si vivimos, vivimos para el Señor, y si mo- rimos, morimos para el Señor. Entonces, ya sea que vivamos o que mura- mos, somos del Señor” (Rom 14: 8). Los santos son los que se han esforza- do por vivir y morir por el Senor. Se formaron para aceptar la cruz y se- pararse apropiadamente de este mundo. Nuevamente, San Pablo nos senala el resultado de vivir una vida así, cuando dice: "Considero que el sufrimiento de este tiempo presente no es nada comparado con la gloria que se nos ha de revelar". Oremos a semejanza de los santos y muchas personas que viven vidas santas, nosotros tambien podríamos configurar nuestras vidas para la vida de Cristo.
Sinceramente,
Rev. Miguel Gonzalez