One of the challenges to the quality of human relationships is the phenomenon of jealousy. To be jealous is to be envious. This happens when we experience sadness at the success of another or a sense of irritation and loss when someone else enjoys a victory. Jealousy and envy have the power to close us in on ourselves and not to celebrate the other.
On the other hand, true and authentic love gives us the freedom to see the good work of others and to celebrate with them in a spirit of genuine happiness. Authentic love recognizes the fact that everyone has been given different talents gifts by God and we are called to use those gifts in a variety of ways. This means that all of us have something to celebrate and to be thankful for.
Authentic love allows us to see the good in other people and to admire their talents. We can express gratitude to God when others use their gifts and talents well in service of Him and one another. Let us thank God for the gifts and talents he has given to us. May we recognize our own worth and see ourselves with the unconditional love and affection of God. This recognition leads to happiness and peace in our souls.
Sincerely,
Rev. Miguel González
en Español:
Uno de los retos en la calidad de las relaciones humanas es el fenómeno de los celos. Ser celoso es ser envidioso. Esto sucede cuando experimentamos tristeza con el éxito de otro o un sentido de irritación y pèrdida cuando alguien más disfruta de una victoria. Los celos y la envidia tienen el poder de encerrarnos en nosotros mismos y no celebran con el otro. Por otro lado, el amor verdadero y aute ntico nos da la libertad de ver el buen trabajo de los demás y celebrar con ellos en un espíritu de genuina felicidad.
El amor auténtico reconoce el hecho de que Dios nos han dado dones de talentos diferentes y estamos llamados a usar esos dones en una variedad de formas. Esto significa que todos tenemos algo para celebrar y para agradecer. El amor auténtico nos permite ver lo bueno en otras personas y admirar sus talentos. Podemos expresar gratitud a Dios cuando otros usan sus dones y talentos bien al servicio de El y de los demás.
Demos gracias a Dios por los dones y talentos que nos ha dado. Que reconozcamos nuestro propio valor y nos veamos con el amor incondicional y el afecto de Dios. Este reconocimiento nos conducirá a la felicidad y a la paz en nuestras almas.
Sinceramente,
Rev. Miguel González