From your Pastor…
With the celebration of Ash Wednesday, we began our Lenten season. These 40 days of prayer and penance reflect the 40 days that Jesus spent in the dessert without having anything to eat or drink. The fasting of Jesus reminds us also why we begin this Holy Season with fasting and abstinence. Jesus’s time in the desert helped him to obtain the strength he would need to endure the passion.
Our time in the desert gives us the opportunity to reflect and to recognize our past sins so that we may repent and make a change. The inspiration to change comes from reflecting on the mystery of the passion, death and resurrection of Jesus. His sacrifice for us is made out of absolutely unconditional love.
Through this time of Lent, we pause in quiet contemplation reflecting on who we are and to develop the virtues we need to grow in holiness. This growth assists us when we are faced with the pain and suffering which comes from our personal crosses.
Lent is a time to go from death to life, from sin to grace, from this temporary world to eternal life and from the slavery to sin to the freedom of the children of God. Let us pray, let us listen to the word of God and do penance for the forgiveness of our sins.
Let us also ask the Lord to help us to be humble so that all these practices we do may come from the depth of our hearts and not simply by externals. May all of us be solid in our faith.
Sincerely,
Rev. Miguel González
De parte de su Pastor…
Con la celebración del Miércoles de Ceniza iniciamos nuestra temporada de Cuaresma. Estos 40 días de oración y penitencia reflejan los 40 días que Jesús pasó en el desierto sin tener nada que comer ni beber. El ayuno de Jesús nos recuerda también por qué comenzamos este Tiempo Santo con ayuno y abstinencia. El tiempo que pasó Jesús en el desierto le ayudó a obtener la fuerza que necesitaría para soportar la pasión.
Nuestro tiempo en el desierto nos da la oportunidad de reflexionar y reconocer nuestros pecados pasados para que podamos arrepentirnos y hacer un cambio. La inspiración para el cambio surge de la reflexión sobre el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Su sacrificio por nosotros se hace por amor absolutamente incondicional.
Durante este tiempo de Cuaresma, hacemos una pausa en una tranquila contemplación para reflexionar sobre quiénes somos y desarrollar las virtudes que necesitamos para crecer en santidad. Este crecimiento nos ayuda cuando nos enfrentamos al dolor y sufrimiento que provienen de nuestras cruces personales.
La Cuaresma es un tiempo para pasar de la muerte a la vida, del pecado a la gracia, de este mundo temporal a la vida eterna y de la esclavitud al pecado a la libertad de los hijos de Dios. Oremos, escuchemos la palabra de Dios y hagamos penitencia por el perdón de nuestros pecados.
Pidamos también al Señor que nos ayude a ser humildes para que todas estas prácticas que hagamos vengan desde lo más profundo de nuestro corazón y no simplemente desde lo externo. Que todos seamos sólidos en nuestra fe.
Sinceramente,
Rev. Miguel González